Tuesday, November 15, 2005
un grabador en Chiloé
El jueves parto nuevamente a Chiloé
Hace un mes fui convocado a ayudar a poner en marcha el taller de grabado que a través de FONDART María Teresa Cotorás consiguió para dejar en Castro.
"Esta isla vive entre dos aguas" me dijo María Teresa a bordo del transbordador que nos cruzaba por el canal del Chacao, y de solo ver el encapotado cielo que cubría el perfil de la isla grande de Chiloé esa frase dejaba de ser solo una metáfora.
El taller de grabado que me encontré me impresionó, no solo por el adecuado espacio y la buena prensa calcográfica con que contaba, sino con esas pequeñas cosas que hacen de este espacio un lugar del sur de Chile, la salamandra siempre con leña a un costado de las mesas de dibujo, el patio que es un bosque...solo faltan los brujos. Gracias al FONDART "Chiloé Mágico" el taller estaba bien abastecido de materiales lo que nos permito trabajar en grabado en metal preparando barnices, resinas y probando diversas técnicas, desde el básico dibujo sobre barniz ahumado para producir aguafuertes como las diversas posibilidades de la tinta al azucar (la cual fabricamos cual si fuera una mermelada de las ballas del lugar), incluso probamos el tonner como bloqueador del mordiente en traspazos de fotocopias y muchas más cosas.
Y ahora vuelvo
Mi idea es incorporar las técnicas litográficas al trabajo que puedan hacer en el taller, y volver a provocar la convocatoria que tuvimos en mi primera ida, con gente que llegó incluso desde Osorno.
En fin voy denuevo a Chiloé, y espero seguir volviendo