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Por intermedio de Eduardo Lira, de la galería Artium, comenzamos a trabajar en dos aguafuertes de Carmen Aldunate, un verdadero desafío para esteban cancino, mi ayudante y para mi. sucede que los únicos grabados que Carmen había hecho eran unos aguafuertes muy básicos que luego intervenía con lapices de colores y oleos, lo que a la larga significaba casi rehacer completamente cada impreso, dibujándolo nuevamente en su totalidad, por lo que nuestra propuesta fue producir un grabado que requiriese el mínimo de retoques. Elegimos el aguafuerte como técnica ya que nos permite ir trabajando las imagenes por pasos, con mucha cautela y en distintos niveles de profundidad de línea, lo que sin duda enriquece las imágenes y debo decir les da un acabado muy clásico a las estampas.
El que se ve en la foto es Esteban Cancino dándole al achurado en una de las planchas de Aldunate, corrigiendo el dibujo a la manera de los antiguos grabadores.